Abril es el Mes Nacional de la Educación Financiera. Durante ese mes hacemos énfasis
a través de redes sociales y plataformas digitales sobre la importancia de esta, y más en
los tiempos que estamos viviendo. Nunca había sido tan importante el tema del respeto al
dinero como ahora, lo que es el establecer un fondo de emergencia para imprevistos; el
llamado fondo de contingencia para emergencias mayores, como lo es la pérdida de un
empleo; el establecimiento de un plan efectivo para el retiro y otros instrumentos
financieros, como lo son los seguros de vida, propiedad, etc., manteniendo siempre en
perspectiva que, dependiendo de cuál sea nuestra meta a largo plazo, serán los
instrumentos que se deben tener y las cantidades con las que se deben contar. Cada
individuo es un mundo aparte.
Lo triste del caso es que, escuchando a expertos colegas que llevan muchísimos años
dentro del campo de la educación y planificación financiera, comentan que los seres
humanos aún padecen de la “amnesia de futuro”, esto significando que la inmensa
mayoría piensa que son inmunes a los “oops” de la vida y que nada les va a pasar y/o por
el otro lado, solo piensan en el corto plazo, queriendo las cosas para ¡YA!
Muchos critican al gobierno y cómo opera (tomando prestado a todo vapor, pagando
deuda con deuda), sin pensar que bajo el techo de su hogar están también operando de
la misma manera, gastando más de lo que tienen. La pregunta es ¿por qué? ¿Eso es lo
que se le enseña a los más jóvenes como comportamiento normal y responsable?
Si queremos que nuestro presente cambie, tenemos que cambiar. Si queremos un futuro
próspero, hay de trabajar, sacrificarse y planificarse. Si queremos que las futuras
generaciones sean mejores que nosotros, debemos enseñarles desde ahora a ser
diferentes. Si queremos ser individuos prósperos, aprendamos a respetar, respetar nuestro
prójimo, respetar nuestro trabajo, respetar nuestro dinero, respetar nuestro ambiente, en
fin, respetarlo todo.
PIENSA. REFLEXIONA. APLICA